domingo, 19 de septiembre de 2010

"No hay palmas, más bien guayabos"

El siguiente fragmento de "Destinitos fatales" de Andrés Caicedo, es un interesante ejercicio que pasa de "la imagen a la palabra". Una descripción que seguramente muchos encontrarán familiar porque permite ir reconstruyendo las irreales representaciones populares de los, ya en desaparición en estilo y cantidad, buses urbanos. ¿Alguien se anima a ilustrarlo?


Jamás había visto un bus con tantas pinturas del campo. Hay pinturas de un bohío en medio de una feroz naturaleza sin perspectiva, una cascada, un cerco de alambre de púas, nubes, un árbol de madroño, un camino que atraviesa las montañas y conduce a casa, y debajo la inscripción "NI QUE FUERAS MI ALEGRÍA". Hay también pinturas del Valle del Cauca al lado del océano Pacífico, el pintor ha hecho nulas las distancias y ha pintado un paisaje de los alrededores del Pance con playas de arena negra, una choza de pescadores al fondo: seguro el cuadro fue pintado por un pintor del interior porque no hay palmas, más bien guayabos y sobre ese mar poco profundo, un bergantín con velas hinchadas y la inscripción "SOLO POR TI REGRESO".

Cuando en estas pinturas aparece el hombre, se trata de un fantástico guerrero negro con plumaje de piel roja, esgrimiendo una lanza contra un león fiero y en el fondo quien no va a distinguir el cerro de las tres cruces, aunque el pintor haya quitado las cruces. En otra que aparece el hombre tenemos un bohío en medio del campo, un hombre de sombrero y machete que saca a su mujer a la calle con todas las maletas y detrás de un árbol, otro hombre observa, y la inscripción en amarillo, azul y rojo "NO TE PERDONO MÁS".

Otro cuadro muestra un hombre que, escapando de un león se ha subido a un árbol de mangos, y en el árbol le ha salido una serpiente, del susto metió un pie en un avispero, quebró una rama y cayó. El cuadro nos lo muestra en el momento de la caída: un cocodrilo sale de un pantano y abre la boca, sin posibilidad de error para recibirlo. La inscripción dice: "ESTOY EN LA OLLA". Y más, que no me les puedo dedicar porque la gente me está molestando.

jueves, 6 de mayo de 2010

Decálogo de autoayuda para espectadores intimidados por las exposiciones de arte:


Preparandonos para un Artescopio con mas Garra, dejo un escrito que ha pasado por muchas manos ... escrito por Lucas Ospina:


1. No preste demasiada atención a lo que dice un artista sobre su propia obra, ellos no saben bien por qué hacen lo que hacen. Los artistas deben evitar hablar pero no dejar de escribir.

2. Anteponga el arte al artista; usted puede estar a solas con la obra de arte, sea insaciable y egoísta —más no celoso o autista.

3. Las obras de arte sólo exageran algo que usted ya sabe; en algunos casos el desprecio radical que usted siente por una obra no es más que una forma velada de autocrítica.

4. Si usted descubre la formula que compone una obra de arte, tenga cuidado con atribuirle una preparación demasiado precisa, la facilidad de un resultado es engañosa.

5. Póngale comillas al “crítico”; desconfíe de todo discurso que en miras de ganar contundencia no matiza: el enfrentamiento veraz con una obra de arte exige un escudo de armas decorado con interrogantes.

6. La lectura de una obra de arte tiene sólo tres enemigos: el artista, el crítico y el espectador —intente por un breve momento no ser como ellos.

7. Ante las explicaciones, dude; no trate de conocer las obras de arte, trate de comprenderlas; vaya paso a paso en su lectura, evítese los resúmenes. Describa e interprete; no interprete primero y luego describa.

8. Aprenda a las obras de arte cuando están distraídas, ¡sorpréndalas!

9. ¡Deténgase! No permita que el prestigio de un galardón social sea lo único que invita a mirar con atención una obra de arte; sólo alabanzas o sólo canalladas son como las tetas: una esta mal, dos son perfectas, pero tres, aunque le añaden volumen al argumento, son monstruosas (aunque hay pechos preciosos).

10. Sea profundamente superficial en su observación, mire al frente, mire abajo y mire arriba; si sólo quiere ideas acuda a una iglesia de cienciología, si sólo quiere formas vaya a un almacén de pantuflas; si busca algo incapaz de separar la forma de las ideas, ensaye una dulcería o una exposición de arte.

—Lucas Ospina