martes, 25 de noviembre de 2008


ARTESCOPIO. Artificio para pensar

Nuestro artificio no registra en cifras, no traduce en lenguaje cuantitativo. Su manejo es más sencillo que el de una máquina de escribir. Está dividido en tres sectores: el positivo, el negativo y el hipotético. Sus brazos articulados no escriben frases sino palabras. La concurrencia ante la cual funciona el aparato elige por mayoría de votos, el sustantivo que en el momento de la experiencia considera más esencial; por ejemplo: abstracción.
El verbo siempre en función de las tres zonas del aparato, es el verbo ser, en sus tres formas: ser, no ser, poder ser. Luego el manipulador intenta una o varias frases, procediendo por tanteos, en colaboración con el público y elige el ideograma más afín, es decir: figuración.
Este aparato entretiene a las masas y las inicia en la expresión de su propio sentir, mientras llegan los nuevos profetas, los cantores de una nueva sentimentalidad.

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